En plena campaña electoral, el gobernador Rodolfo Suarez resolvió premiar con un ascenso administrativo a Jaime Correas, asesor en educación de Patricia Bullrich y columnista del medio oficialista Mendoza Post. El padre del ítem aula, sobre quien pesan graves antecedentes judiciales de violencia machista, recibió un “ajuste de situación de revista de una Clase 071 a una Clase 076”, junto con el privilegio de no cumplir ni registrar horarios de trabajo. Todo con la nuestra, por supuesto.
Por Negro Nasif
“Desígnese al Señor Jaime Horacio Correas D.N.I. Nº 14.667.844, Clase 1961, en el cargo Clase 076, Asesor de la Gobernación, Código Escalafonario: 01-2-00-09”, ordena el artículo 3 del decreto 1113/2023, firmado por el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez y su ministro de Gobierno, Víctor Ibañez Rosaz.
El “ajuste de situación de revista de una Clase 071 a una Clase 076” a favor de Correas, publicado en el Boletín Oficial el pasado 25 de septiembre, implica un ascenso exclusivo para el exdirector general de Escuelas de Alfredo Cornejo, en medio del congelamiento generalizado en los escalafones de las y los trabajadores estatales.
Esta irritante situación de privilegio no es nueva. Tal como demostró una investigación de EL OTRO en septiembre del año pasado, otro decreto de Suarez otorgó al ñoqui vip un cargo “fuera de nivel”, que no lo obligaba a cumplir ni registrar horarios de trabajo, a diferencia de los y las trabajadores de la educación castigados con el nefasto ítem aula que Correas implementó durante su gestión escolar.
Mediante el decreto 3083/19, Suarez designó al violento funcionario en un cargo clase 73, por el que percibía, según su recibo de julio de 2022, una asignación de clase de $172.909, más una compensación funcional de $74.103. Lo que totalizaba un sueldo bruto de $247.013. Suma que, deducidos los descuentos de jubilación y obra social, representaba un sueldo de bolsillo de $204.583. Remuneración, por entonces, cuatro veces superior a la de una maestra de grado.
Chiste de Jaimito: “Sangre, sudor, trabajo y lágrimas”
El decreto-premio del gobernador Suarez elevó el cargo de Correas hasta la clase 76, lo que generó un notable incremento salarial a favor del correligionario, no así la exigencia de cumplir tareas en Casa de Gobierno, a la que nunca asiste. De hecho, el funcionario provincial dedica el tiempo pagado con los impuestos de las y los mendocinos a asesorar en educación a Patricia Bullrich, candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, y a escribir largas columnas de opinión para el portal Mendoza Post, donde glorificar los proyectos educativos que le escribe a su jefa política.
“En estos días de definiciones cruciales, rumbo a las elecciones, es interesante observar las ofertas para evaluar quién puede encarnar esa dificultosa y larga tarea de reconstrucción de temas como la educación”, planteó el ñoqui en un reciente artículo del diario dirigido por Ricardo Montacuto. Y enseguida remató con obsceno autobombo: “Los populismos encaran las propuestas por el lado cuantitativo y la circunscriben a un tema de inversión. (…) Bullrich va por la vía republicana y parte de asumir la tragedia educativa y le contrapone equipos técnicos y políticos y planes factibles. El viejo ‘sangre, sudor, trabajo y lágrimas’ de Churchill, contra la magia que va de Mandrake al Mago Fafá”.
Antecedentes del violento
Jaime Correas se hizo famoso en 2016 por meter por la ventana de la Dirección General de Escuelas a su yerno, al que tuvo que eyectar por el mismo hueco a poco de asumir. Aunque su triste celebridad registra un hito previo que prefiere negar.
Como informó EL OTRO, consta en una sentencia judicial, dictada en noviembre de 2015, que Correas maltrató sistemáticamente a la periodista Nora Quiroga hasta el punto de provocarle una incapacidad laboral permanente. Tres testigos -bajo juramento- lo señalaron como maleducado, maltratador, grosero, desconsiderado, despectivo, prepotente, virulento, autoritario y especialmente violento con las mujeres.
A modo de síntesis, cabe recordar un par de testimonios que obran en la sentencia de la Tercera Cámara del Trabajo, de la Primera Circunscripción Judicial: “Correas le levantaba especialmente la voz a su compañera de trabajo. ‘Así trataba a todas las mujeres’, mientras que ‘con los hombres era más cordial’” (Extracto del testimonio judicial de Alberto Villegas). “-Correas- la trataba de tarada -a Quiroga-, le gritaba frente a todos, unas 40 personas…” (Extracto del testimonio judicial de Catherina Gibilaro).
En octubre de 2016, EL OTRO le consultó a Correas sobre el contenido de esta sentencia. “No voy a hablar de ese tema”, contestó en primera instancia el entonces director general de Escuelas; luego sostuvo que “si tienen algo al respecto que hagan la denuncia judicial y ya está”; para finalmente asegurar: “Me he enterado que me han nombrado en una causa en la que nunca me llamaron. No es una causa contra mí. Si hubiera una causa en mi contra me hubiesen llamado”.
La violencia de Jaime Correas confirmada en un fallo judicial
