La “sorpresa” de medios de comunicación hegemónicos en Mendoza, acerca de la lapidaria derrota del intendente de Malargüe, no hace más que evidenciar el silenciamiento de los hijos de pauta sobre numerosos casos de corrupción de Juan Manuel Ojeda que, desde hace tres años viene publicando EL OTRO, y que es una de las claves para comprender el declive de la fallida experiencia del radicalismo en este departamento del sur de Mendoza. 

Por Negro Nasif

Ojeda junto a su mentora política Laura Montero, exvicegobernadora de Mendoza. Foto de archivo: Facebook L. Montero

“Sorpresa en Malargüe”, fueron las palabras repetidas por la gran mayoría de los medios de comunicación oficialistas para dar la noticia de la derrota en las PASO del actual intendente radical, Juan Manuel Ojeda, quien obtuvo 2.614 votos contra los 5.192 que recibió el precandidato del peronismo, Celso Jaque.

Sin embargo, para la mayoría de las y los malargüinos la “sorpresa” no fue tal. Especialmente, para quienes desde hace años denuncian los altos grados de corrupción de la gestión de Cambia Mendoza en ese departamento, además de la ineptitud de Ojeda para conducir los destinos de su pueblo.

Hace tres años, a partir de informaciones aportadas por ciudadanos de Malargüe a este diario, EL OTRO realizó una investigación periodística que finalmente fue publicada el 1 de junio de 2020. El artículo, bajo el título “Algo huele a podrido en Malargüe”, reveló una serie de irregularidades en la contratación directa de un servicio de seguridad privada, por más de medio millón de pesos, para la Fiesta Nacional del Chivo.

A través de documentos oficiales, testimonios y audios de WhatsApp, se destapó una olla putrefacta en el municipio que conduce Ojeda que, en lugar de generar el inmediato desplazamiento de los responsables y el impulso de denuncias judiciales, provocó que el propio intendente y su entonces director de Seguridad Ciudadana, Víctor Andrade, anunciaran públicamente que denunciarían penalmente a periodistas de EL OTRO. Amenazas que, en última instancia, solo quedaron en bravuconadas en medios de prensa locales.

El gobernador de Mendoza junto Juan Manuel Ojeda, intendente de Malargüe. Foto: Twitter de Rodolfo Suarez

En los años posteriores, este diario dio a conocer otras graves irregularidades que implicaron directamente al intendente malargüino, como la utilización de fondos públicos en beneficio de su mentora política, la exgobernadora Laura Montero; irregularidades en la habilitación de un “centro boutique” en las tierras cordilleranas ocupadas por la empresa El Azufre S.A.; la entrega de tres millones de pesos de pauta municipal a un amigo del intendente, en concepto de servicios publicitarios que jamás se realizaron; y la cesantía arbitraria de un trabajador con discapacidad, violando así sus derechos fundamentales.

“El que las hace las paga”, es un proverbio popular que no siempre se cumple. En este caso, pese al silenciamiento de los hijos de pauta, el pueblo de Malargüe facturó muy caro en las urnas las podredumbres de Ojeda y su pésima administración. Aunque todavía resta mucho para que la Justicia -cooptada por el oficialismo- avance de una vez por todas en las causas que guarda en sus cajones.

 

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